45 jóvenes de ‘Vuelve y Juega’ se subieron a la Ruta Barranquilla Convive de Transmetro

Museo

Con el propósito de generar educación ciudadana a través de la inclusión al Sistema de Transporte Masivo, 45 jóvenes que pertenecen al programa ‘Vuelve y Juega’, de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, se subieron a la Ruta Barranquilla Convive de Transmetro.

El programa, liderado por ambas entidades, busca mediante un componente pedagógico impactar a 400 chicos de siete barrios del área de influencia de Transmetro mediante la socialización sobre el buen uso del sistema, además de sus derechos y deberes como usuarios.

“Para nosotros es gratificante contar con este programa porque estos muchachos se van a convertir en nuestros vigías. En la medida en que entiendan que este es uno de los patrimonios públicos más valiosos para los barranquilleros, ellos mismos son quienes se van a apropiar del sistema, lo cuidarán y harán buen uso de él”, expresó el gerente de Transmetro, Ricardo Restrepo.

En la primera jornada, que les correspondió a los jóvenes de Carrizal, se realizó una actividad de socialización previa en su barrio. Posteriormente, pusieron en práctica lo aprendido y se les hizo entrega de su tarjeta de Transmetro, lo que los acredita como usuarios oficiales.

En ese sentido, el jefe de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, Yesid Turbay Pereira, expresó que “todo Sistema de Transporte Masivo es un escenario de ciudad, una muestra de la inclusión y la libre circulación, por ello creemos necesario permitirles a los chicos una experiencia que les deje aprendizajes en la práctica, al tiempo que se genera una mejor relación con la ciudad”.

Ruta hacia el museo

A las 8:00 a.m., los muchachos se subieron en una ruta exprés que los llevó desde la carrera 3A con calle 49 hasta el Museo del Caribe, entidad que en esta ocasión se sumó a la iniciativa con el fin de fortalecer la identidad colectiva de los chicos a partir de la apropiación de lo que nos hace sentir Caribe.

A medida que avanzaba el recorrido, los jóvenes iban aprendiendo los comportamientos para ser buenos peatones, tal como lo es cruzar la cebra, así como también las medidas necesarias para garantizar su seguridad en el sistema, como respetar la línea amarilla delimitada en todas las estaciones y evitar sentarse en las escaleras.

Asimismo, pusieron en práctica las normas que garantizan una buena convivencia entre los usuarios, tales como no escuchar música a alto volumen, respetar la fila y ceder las sillas azules a mujeres embarazadas, personas que van acompañadas de niños pequeños y adultos mayores.

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