“Llegó la hora de recuperar la magia escondida de la ciénaga de Mallorquín”: alcalde Jaime Pumarejo

El proyecto incluye recuperación ambiental del cuerpo de agua, un ecoparque con senderos ecológicos, miradores palafíticos, una zona para deportes náuticos y ciclovías.

El alcalde Jaime Pumarejo dio el primer gran paso para hacer realidad el proyecto de convertir a Barranquilla en la primera biodiverciudad de Colombia, al presentar su sueño más grande en la actualidad: “Descubrir el tesoro que ha estado oculto por décadas, la integración del río Magdalena y el mar Caribe en la ciénaga de Mallorquín y la playa urbana de Puerto Mocho, que serán recuperadas en un proceso de protección del medio ambiente y de generación de un nuevo polo turístico con criterios de sostenibilidad.

Durante décadas, la ciénaga de Mallorquín, uno de los ecosistemas más valiosos de Barranquilla y el Atlántico, ha estado afectada por una creciente contaminación que, además de deteriorar su riqueza natural, ha impactado negativamente la economía, la salud y las condiciones de vida de las comunidades vecinas.

Seis agentes de degradación dañan la ciénaga de Mallorquín: los rellenos, la ocupación ilegal, la deforestación del manglar, la contaminación química por residuos sólidos, la sedimentación y la erosión costera.

Su deterioro ecológico amenaza el hábitat de las especies que alberga, el modo de vida del pescador, y la regulación climática para Barranquilla y el departamento del Atlántico.

Sin embargo, la ciénaga aún conserva 4 especies de mangles, 15 de invertebrados marinos, 9 de peces, otras tantas de anfibios, 7 de reptiles y 81 de aves.

Este ambicioso proyecto de la Barranquilla imparable incluye la recuperación ambiental del cuerpo de agua, un ecoparque con senderos ecológicos, miradores palafíticos, y una zona habilitada para la práctica de deportes náuticos y ciclovías.

Las aguas residuales que hoy llegan a la ciénaga de Mallorquín se van a desviar para ser conducidas a una planta de tratamiento, luego de lo cual serán vertidas al río Magdalena. También se implementará un sistema de vigilancia y conservación de manglares, los cuales están en alto riesgo de desaparición por la tala indebida.

“Este sector se convertirá en el gran pulmón ecoturístico de Barranquilla, el símbolo de la Biodiverciudad que somos, y en nuevo detonante urbano y de identidad del barranquillero. Es un tesoro que hemos ignorado y con el cual dinamizaremos nuestra economía. Llegó la hora de recuperar la magia escondida de Mallorquín”, aseveró el alcalde Jaime Pumarejo.

Más allá de cualquier apuesta que hayamos hecho, esta es una propuesta para la Barranquilla del futuro. Hoy les podemos decir a nuestros visitantes que no solo tenemos río, sino que también tendremos mar y ciénaga. Es una recuperación ambiental, pero también una recuperación que nos permite darle dignidad a las poblaciones que viven en los alrededores de la ciénaga. Esta es la primera muestra visible de nuestra apuesta por la Biodiverciudad

La iniciativa tiene, igualmente, un importante componente social porque promoverá la dignificación de la población de su zona de influencia, que será beneficiada con formación orientada a la tecnificación de la pesca y la siembra de alevinos, la preservación del ecosistema y la atención a los turistas, y con capital semilla para iniciativas microempresariales que les permitan tener mayores ingresos y una mejora sustancial de su calidad de vida.

La construcción de la primera fase del proyecto, conformada por el ecoparque, tiene un costo estimado de alrededor de 80.000 millones de pesos. Las cuantías de las inversiones de las fases siguientes y sus tiempos de ejecución se darán a conocer al momento de abrir las licitaciones respectivas.

En total son siete intervenciones: 

El proyecto cubre un área aproximada de 980 hectáreas que abarca toda la ciénaga de Mallorquín, una parte del tajamar occidental, la playa de Puerto Mocho, el corregimiento de La Playa y el barrio Las Flores.

Intervención 1: Ecoparque entre Las Flores y La Playa.

Intervención 2: Playa de Puerto Mocho.

Intervención 3: Paseo peatonal y tren turístico del tajamar occidental.

Intervención 4: Saneamiento del recurso hídrico de la ciénaga de Mallorquín y del ecosistema natural.

Intervención 5: Desvío y tratamiento de las aguas negras y vertimiento de las mismas al río Magdalena mediante un emisario subfluvial.

Intervención 6: Freno a invasiones y contaminación.

Intervención 7: Vinculación de la comunidad del corregimiento de La Playa al desarrollo del sector.

Metodología de trabajo

Hasta el 2022 se desarrollarán estas obras:

  • El Ecoparque.
  • Ordenamiento y limpieza de la playa de Puerto Mocho.
  • Paseo peatonal y tren del tajamar occidental.
  • Calidad del agua y recuperación de fauna y flora.
  • Convivencia de las comunidades con la ciénaga de Mallorquín.
  • Soluciones a los vertimientos de aguas residuales al arroyo León, en equipo con el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.

Sobre la playa de Puerto Mocho

El plan para recuperar la playa que ahora se conoce como Puerto Mocho, y cuyo nuevo nombre se escogerá mediante concurso público, tiene como meta llevarla a ser bandera azul, el más alto galardón contemplado en el ranking dado anualmente y a nivel mundial por la Fundación Europea de Educación Ambiental.

Atractivos Turísticos

Ecoturismo en un tesoro ambiental con diversas especies de fauna y flora.

    • Avistamiento de aves, uno de los renglones de la industria de turismo que más crece en el mundo.
    • Se espera atraer y recibir a más de 100.000 turistas por año, lo que dinamizará la economía local y generará empleos directos e indirectos.
    • Deportes náuticos: kite surf, velas, kayac.