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El éxito fuera de casa

La historia de la cartagenera Xenia Morelos, en su segundo hogar, Barranquilla.

Xenia Morelos es una mujer completa, en todo el sentido de la palabra economista de profesión, nacida y criada en Cartagena en medio de una familia católica donde creció junto a sus 5 hermanos. Su infancia y juventud al lado de sus padres siempre fue muy estricta, todos cumplían con funciones y los horarios para todas las actividades de la casa estaban establecidos cuenta que tal vez ese régimen familiar fue lo que fundamentó su disciplina y visión sobre la vida.

Xenia siempre fue una niña muy inquieta, después de estudiar en colegio de monjas, se graduó en el colegio La Universidad Femenina, para luego estudiar Economía en la Universidad de Cartagena, donde siempre hizo parte de grupos estudiantiles fue representante de la facultad en el área académica e incluso, pionera en la realización de un congreso nacional de economía, en el cual participaron delegados de las mejores universidades del país,  siempre con una visión de cambio, de no ser una estudiante más, dice Xenia durante la entrevista.

Al terminar sus estudios, fue muy poco el tiempo que estuvo sin trabajo, pues al cabo de 6 meses ya estaba vinculada a CORFAS, una corporación privada encargada de proporcionar subsidios a poblaciones vulnerables. Según cuenta, esa fue su segunda escuela, su especialización, donde vio aterrizar todos los conceptos aprendidos en la experiencia. Permaneció en CORFAS sede Cartagena aproximadamente un año, desde donde le tocaba desplazarse a zonas rurales que en el momento eran muy peligrosas. Al cabo del tiempo y con la situación de seguridad cada vez más difícil, decidió pedir traslado a otra ciudad, pues no quería seguir arriesgando su vida. Dice que siempre pensó que la última ciudad en la que viviría sería Barranquilla, pero por cosas de la vida, tomó la decisión de venir a la Puerta de Oro de Colombia a seguir ejerciendo su labor dentro de la corporación.

Al llegar a la ciudad se vino prácticamente sin nada, a empezar una nueva vida, un nuevo reto personal y profesional para la época ya había conocido a su actual esposo, Luciano Villadiego, quien sin dudarlo y sin tener nada seguro se fue detrás de ella a iniciar la construcción de lo que hoy es el pilar de su vida, su familia.

Barranquilla fue el inicio de una aventura, donde aprendieron todo lo que hoy los hace ser personas exitosas. Se organizaron en un pequeño apartamento en el barrio Boston, donde fueron creciendo poco a poco.

En su vida profesional Xenia se convirtió en portavoz de sus compañeros al viajar a negociar sus derechos, que estaban siendo vulnerados en la corporación, fueron casi 3 meses en Bogotá donde también contó con la compañía de su esposo. La negociación fue un éxito, Xenia llegó con buenas noticias a Barranquilla a celebrar con sus compañeros. Al día siguiente se enteró que había más motivos para celebrar, pues venía en camino su primer hijo, Camilo.

No había pasado un año cuando Xenia quedó embarazada de su segundo hijo, David. Sin esperarlo o por lo menos no tan rápido, ella quedó en shock no lo asimilaba, pues sentía que era mucha presión dos hijos en tan poco tiempo su esposo fue determinante en este proceso, se sentía feliz, le decía que era otra bendición que Dios había puesto en sus caminos, que no había por qué preocuparse. A los meses nació su segundo varón, los hermanos crecieron como mellos, además de parecerse mucho físicamente, por la corta diferencia de edad, siempre fueron vistos como iguales, hoy son el centro y la luz de la familia Villadiego Morelos.

“Fue muy duro”, cuenta Xenia, pues al ser una profesional, madre trabajadora, viviendo en una ciudad diferente a la que creció, a los pocos meses de tenerlos le tocaba dejarlos en casa, al cuidado de otras personas, pues ella debía irse a trabajar. Hoy no sabe cómo hizo para poder criar a dos hijos, y trabajar al mismo tiempo, pero, reconoce que, gracias a Dios contó con la bendición de encontrar empleadas maravillosas que querían mucho a sus hijos y le facilitaron las cosas.

Después de CORFAS, Xenia entró a trabajar a la CRA, y de ahí a la Alcaldía de Barranquilla, donde supuestamente llegaba solo de manera temporal, hoy son 12 años los que lleva trabajando en la institución hoy está al frente de la coordinación de Gestión Estratégica de la Secretaría de Salud.

Como mujer, profesional, madre y esposa, dice que lo más importante en la mujer de hoy es ser comprensiva, tolerante, pero por encima de todo amarse, eso lo ha aprendido con los años en los roles de madre y de pareja dice que casi siempre creemos que debemos primero amar a los demás, pero que hoy, desde su madurez, entiende que uno debe ponerse en primer lugar, tenemos que amarnos, para poder amar a los demás, y amar con libertad.

Xenia es la representación del empoderamiento femenino, sus palabras literales son tan acertadas que decido darle fin a esta nota con un mensaje de ella para todas nuestras mujeres Capital de Vida:

“Esta sociedad necesita mujeres con valor, que se amen a sí mismas. Nosotras tenemos el poder de transformar esta sociedad, de nosotras depende en gran parte  que esta sociedad sea o no machista, sea o no maltratadora. Existen hombres maltratadores, porque existen mujeres permisivas existen hijos irrespetuosos porque hay mujeres que lo permiten. Debemos recuperar el concepto del valor de la familia para poder mejorar nuestro entorno.  De la forma como nosotros nos relacionemos con nuestros hijos, con los demás, vamos a generar transformaciones en nuestras familias, y asimismo en la sociedad.”

 

Gracias Xenia por compartirnos tu experiencia, tus conocimientos y tus sabias palabras, eres un ejemplo de la mujer Capital de Vida.

El éxito fuera de casa
El éxito fuera de casa