Luz, cámara, acción: Talentos jóvenes de Villas de la Cordialidad brillaron en Cine a la Calle
Siete jóvenes, beneficiarios de programas institucionales distritales, cerraron con lujo el Festival Internacional de Cortometrajes Cine a la Calle 2019.
Ashley Cañate tiene 11 años, vive en la urbanización Villas de la Cordialidad y su pasión es la danza. “Tú solo ponme la música y yo te la bailo”, es la frase por la que la conocen sus vecinos y que cientos de barranquilleros pudieron escuchar cuando mostró su talento en la proyección de ‘Los buenos somos más’, en la clausura del Festival Internacional de Cortometrajes Cine a la Calle 2019.
Este trabajo fue producto del segundo taller de cine comunitario que, desde el año pasado, la Alcaldía de Barranquilla, a través de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, realiza en alianza con la Fundación Cine a la Calle, en los proyectos de vivienda de interés social del Distrito, el primero en Las Gardenias y este año en Villas de la Cordialidad, área metropolitana de Barranquilla.
Creemos en la cultura como la mejor forma de expandir la mente de las personas y de enseñarles nuevas perspectivas
“Creemos en la cultura como la mejor forma de expandir la mente de las personas y de enseñarles nuevas perspectivas, por eso apoyamos estas actividades para resocializar a estos chicos y a esta comunidad como tal, queremos mostrarles que el Distrito piensa en ellos y quiere darlos a conocer, de ahí la importancia de que ellos fueron quienes cerraron el festival de este año en el Gran Malecón”, dijo la enlace de Proyectos de Vivienda, Laura Castro.
Por su parte, Lali Malagón, tallerista invitada destacó que “Cine a la Calle viene desde hace 19 años trabajando en una misión, que es usar la herramienta audiovisual como un motor de desarrollo social, y encontramos apoyo en la Alcaldía de Barranquilla para poder llegar a la comunidad de sectores en los que, por diversos factores, no nos era posible lograrlo”.
Malagón explicó que “el ejercicio consistió en que los chicos contaran una historia de su barrio, desde un primer momento nuestra tarea fue identificar qué problemas hay y qué les molesta a los jóvenes de su entorno y lo que piensan de él, por eso quisimos empoderarlos y dejarlos decidir qué es lo que quieren que el resto de Barranquilla conozca de ellos”.
Cómo se hizo ‘Los buenos somos más’
Aunque gran parte de la comunidad fue partícipe del elenco para el cortometraje, este taller fue llevado a cabo con 7 jóvenes que por medio de una convocatoria abierta se animaron a conformar el equipo base de producción para el rodaje. Según Laura Castro, “la mayoría de estos jóvenes están por primera vez haciendo parte de nuestras actividades, pero algunos ya vienen siendo beneficiados desde antes por nuestra oferta institucional con los programas Vuelve y Juega y Entornos Seguros, por lo cual ya los conocíamos”.
Durante una semana estos muchachos, entre los 10 y los 25 años, tuvieron 3 días de clases teóricas y prácticas con los equipos que la fundación tiene dispuestos para el cine comunitario. Tras la jornada pedagógica siguió la asignación de roles y el proceso creativo liderado por Álvaro Sánchez, programador de 21 años que durante una semana cambió los computadores por las cámaras al desempeñarse como director y productor del cortometraje.
“Desde antes ya me había llamado la atención el mundo del cine y cuando escuché sobre la oportunidad de contar la historia del barrio me uní porque llamó mucho mi atención, la idea principal al hacer este cortometraje fue cambiar la perspectiva que la gente tiene de Villas de la Cordialidad, porque siempre nos tildan como que todos somos malos y realmente están equivocados, acá hay profesionales, hay talentos, y eso es lo que nos inspiró para este producto”, afirmó.
Detrás de cámaras…
“Muchos chicos, a pesar de vivir en el mismo barrio, no se conocían entre sí y pudieron encontrarse gracias a este taller y descubrir que tienen muchas cosas en común y que quieren hacer más cosas juntos”, resaltó Lali Malagón, como una de las grandes ganancias de la actividad.
Para Ashley Cañate, este cortometraje significó el primer paso en lo que ella proyecta como una carrera de bailarina profesional, que empezó mostrando su talento para hacer brillar a Villas de la Cordialidad. “Mis papás están muy contentos de que yo haya participado, me recomendaron aprender mucho y eso hice, además que pude conocer nuevos amigos que veo que también quieren salir adelante y que comparten las mismas opiniones que yo sobre cómo vivimos el día a día acá”.
Entre aplausos y muchas felicitaciones, la urbanización Villas de la Cordialidad, representada por estos 7 jóvenes que asistieron como invitados especiales a la clausura del festival, mostró que tiene brillo propio y que también hace parte de esta Capital de Vida que día a día se construye para salir adelante.
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